Comprar propiedad en España implica procedimientos legales complejos que difieren de los de muchos otros países, especialmente de los Estados Unidos. El proceso de compra incluye varios pasos, como obtener un NIE (Número de Identificación de Extranjero), asegurar financiamiento si es necesario, realizar una diligencia debida legal sobre la propiedad y garantizar el cumplimiento de las regulaciones locales. A diferencia de los EE. UU., donde las compañías de títulos suelen gestionar las transacciones, en España se requiere un notario para formalizar la venta, y un sistema de registro de propiedad verifica la titularidad y cualquier deuda pendiente.